27 de marzo de 2016

Usos y abusos de Alcohol.

Según los datos del Observatorio Español sobre Drogas (2015), el alcohol sigue siendo la droga más consumida en España y la que más peticiones de ayuda demanda (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2015).

El alcohol es una sustancia depresora del Sistema Nervioso Central (S.N.C). Esto quiere decir que, cuando una persona introduce esta sustancia en su organismo, las funciones del S.N.C generalmente se enlentecen generando una serie de cambios en su fisiología y comportamiento: disminución de la respiración, ralentización del movimiento, somnolencia, sensación de bienestar, desorientación, etc.

Evidentemente, la intensidad y gravedad de estos cambios dependerá de la dosis o cantidad de alcohol ingerida así como del contexto en el que se de dicho consumo. En este sentido, el consumo de alcohol de una persona puede situarse en un continuo que abarque desde un consumo normalizado y responsable hasta un consumo problemático que tenga mayor potencial para generar distintas problemáticas de tipo físico y psicológico.

En función del nivel de riesgo o de las potenciales consecuencias que pudieran derivarse, se han establecido tres tipos de consumo que no sólo guían la práctica clínica del psicólogo sino que pueden suponer una orientación para aquéllas personas que estén interesadas en conocerlo:

-  Consumo de riesgo: es un tipo de consumo que aumenta las posibilidades de que la persona sufra consecuencias adversas de tipo de físico, psicológico o sociales tales como accidentes, enfermedades, problemáticas psicológicas o familiares. Generalmente, este tipo de patrón se realiza antes de que hayan aparecido estos problemas.

- Consumo perjudicial: se trata de un tipo de consumo de alcohol que ya está afectando a la salud física sin que por ello se pueda establecer que existe una dependencia a la sustancia.

- Dependencia al alcohol o alcoholismo: en este caso estaríamos hablando de una notable dificultad  para controlar el consumo de alcohol. La explicación que subyace al desarrollo de este tipo de adicción ya no solo se centraría en la sustancia o la cantidad que se ingiere, sino que habría que tener en cuenta otros muchos factores de tipo personal y contextual que favorecerían su desarrollo.



A partir de ciertos estudios epidemiológicos, se han establecido una serie de cantidades de alcohol orientativas para establecer los tipos de consumo que comentábamos anteriormente. Para esta tarea, se ha propuesto convertir los gramos de alcohol y los centímetros cúbicos de cada bebida, a una unidad de medida diferente que se ha denominado como Unidad de Bebida Estándar o U.B.E .

Las UBEs serían el contenido medio de alcohol de una bebida atendiendo a su graduación y volumen. En España, al igual que en otros países, equivaldría a 10 g. de alcohol puro. De esta manera, las UBEs de las diferentes bebidas serían las siguientes.

BEBIDA
VOLUMEN
UBEs
Vino
1 vaso (100 ml.)
1 litro
1
10
Cerveza
1 caña (200 ml.)
1 litro
1
5
Destilados
1 caraquillo (25 ml.)
1 copa (50 ml.)
1 litro
1
2
50
Cavas, vermut, licores de frutas.
1 copa
1 litro
1
20

Teniendo en cuenta todo lo anterior, se ha definido el consumo de riesgo como un consumo casi diario y que supera los 40 gr de etanol (más de 4 UBEs) en hombres, así como un consumo superior a 24 gr de etanol (más de 2 UBEs), en mujeres. O teniendo en cuenta otros parámetros, hablaríamos de 21 UBEs semanales en hombres y 14 UBEs semanales en mujeres (Seregcini et. al, 2007). De la misma forma, un consumo ocasional pero de riesgo, sería aquél que superara los 50 g. de alcohol (5 UBEs) en hombres y 40 gr. (4 UBEs) en mujeres.

Por último, consumos superiores a los 60 gr./día de alcohol en varones así como de 40 gr./día de alcohol en mujeres corresponderían a lo que hemos denominado como consumo perjudicial.

No quisiéramos cerrar esta entrada sin dejar de lado una cuestión relativa al concepto de riesgo. Hasta ahora, se ha estado planteando que el nivel de riesgo derivado de cada tipo de consumo estaba relacionado con la cantidad de alcohol ingerida. Sin embargo, desde aquí queremos ir un poco más lejos y poner sobre la base de la reflexión que, si bien las cantidades de alcohol son importantes para establecer el nivel de riesgo, no nos podemos olvidar que en la interacción con la bebida hay una persona que está emitiendo la conducta de beber y que lo hace bajo un contexto físico y personal.

Es decir, existen otro tipo de variables que pueden hacer que el riesgo aumente o disminuya más allá de las cantidades consumidas. Por ejemplo, el nivel de riesgo será diferente si la persona que está consumiendo está embarazada o tiene una cardiopatía, que si es una persona sana. Tampoco será el mismo nivel de riesgo un consumo cuya función se base en un acontecimiento social (una boda, por ejemplo) que si se hace para escapar de estados emocionales negativos. De la misma manera, el riesgo será diferente si se está en un entorno seguro que si se va a coger el coche tras el consumo.

En definitiva, aunque la cantidad de alcohol ingerida es un requisito importante para valorar el riesgo derivado de un determinado consumo de alcohol, no podemos dejar de lado otros factores de tipo personal y contextual. Y siendo esto así, animamos a nuestros lectores y amigos a tenerlos todos en cuenta de cara a realizar un consumo lo más seguro posible.

BIBLIOGRAFÍA:

Guardia Serecigini, J., Jiménez-Arriero, M., Pascual, P., Flórez, G., & Contel, M. (2007). Alcoholismo: Guías Clínicas basadas en la evidencia científica. 




16 de diciembre de 2012

José Carlos Bouso: doctor.

José Carlos Bouso, investigador en el Institut Hospital del Mar d'Investigacions Mèdiques (IMIM) y colaborador en el International Center for Ethnobotanical Education, Research and Service, comparte con nosotros valoraciones acerca de su momento profesional, personal y de cómo está el mundo de la ciencia y la política. 

Estimado señor Bouso, lo primero déjeme felicitarle por la presentación y aceptación de la reciente tesis que le convierte en Doctor. Y permítame a su vez  tutearle por los ratos que hemos compartido pensando, bailando o  cuestionando algunos de los pilares básicos de la ciencia.

Moltes gràcies estimat amic.

1. La tesis que acabas de presentar se llama "Personalidad, psicopatología y rendimiento neuropsicológico de los consumidores rituales de Ayahuasca". ¿Cuál crees que es el principal resultado de esta investigación?

La tesis pronto estará colgada en la web de TESEO (http://www.mcu.es/TESEO/teseo.html), que es la base de datos de Tesis Doctorales, por lo que cualquiera puede acceder a ella. No lo digo por dármelas, sino simplemente porque cualquiera podrá contrastar lo que yo diga aquí. En cualquier caso, la tesis está compuesta por dos artículos que se publicaron en diferentes revistas y a los cuales también se puede tener acceso libre:

http://www.maps.org/w3pb/new/2010/2010_F_23207_1.pdf

http://www.plosone.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0042421

De entre todas las conclusiones que presento en la tesis, yo resaltaría dos, una por artículo: la primera, que el uso continuado de ayahuasca en un contexto ritual no produce los típicos problemas que se asocian con el uso de otras drogas. Esto es, problemas de relaciones familiares, laborales, médicos, psiquiátricos y psicosociales. En el artículo y en la tesis, concluimos que es porque quizás los alucinógenos en general y la ayahuasca en particular son drogas diferentes a las demás drogas de abuso porque no hay evidencias de que actúen sobre los mecanismos de recompensa, etc. (algo discutible, por otra parte, pero este es otro tema). Pero puede haber una razón mucho más simple: el estudio se hizo en Brasil donde la ayahuasca disfruta de protección jurídica en el contexto de las iglesias ayahuasqueras, luego los resultados encontrados sobre los indicadores biopsicosociales de adicción pueden deberse perfectamente a que ni la ayahuasca, ni sus usuarios, están perseguidos y nada más.

El otro resultado importante, derivado del segundo artículo, es que no encontramos evidencias de que el uso continuado de ayahuasca deteriore las funciones cognitivas. Se administraron 3 pruebas clásicas para evaluar funciones neuropsicológicas y los usuarios de ayahuasca no solo no puntuaron peor que los controles, sino que incluso puntuaron en algunas pruebas mejor. Además, repetimos las pruebas un año después para replicar lo encontrado y los resultados fueron consistentes entre la primera y la segunda evaluación. Es curioso que el mérito principal de esta tesis haya sido replicar lo encontrado y a la vez haya sido lo más cuestionado tanto en la defensa de mi tesis como incluso entre los mismos miembros del equipo. Hoy día que se publica todo sin replicarlo antes está conviertiendo a la ciencia en un edificio sostenido por pilares de humo. Pero igual este es otro tema. Aparte de administrar pruebas neuropsicológicas pasamos pruebas de personalidad y de psicopatología y después de 15 años de consumo no encontramos evidencias de trastornos de personalidad o de psicopatología. Pero son pruebas en las que los sujetos se evalúan a sí mismos, además, esta tesis tiene un sesgo principal: hay evidencias de que la ayahuasca puede inducir trastornos psiquiátricos en algunas personas, luego trabajar con personas que llevan más de 15 años es dejar de lado quizás a la inmensa mayoría de los que se inician en el consumo. Pero lo que sí es evidente es que si la ayahuasca fuera neurotóxica esto tendría que verse en el rendimiento neuropsicológico de personas que llevan 15 años consumiendo con una frecuencia mínima de 4 veces por mes, y eso no ocurrió. Quizás la ayahuasca induce problemas psicopatológicos en algunas personas, pero lo que no parece es inducir neurotoxicidad, al menos evaluada con pruebas clásicas de función ejecutiva. Aquí se abre entonces una cuestión interesante, ¿qué tipo de cambios fisiológicos se producen en el cerebro de una persona que empieza a tener delirios y paranoia? en el caso de la ayahausca, al menos en los inicios del brote, no hay lesión neuronal, luego los síntomas deben deberse a algún tipo de cambio más molecular difícilmente observable con pruebas de rendimiento. Sería interesante hacer estudios de seguimiento a personas que se inician por primera vez en el uso de ayahuasca metiéndolas en máquinas de resonancia magnética y ver si se va produciendo algún tipo de cambio en sus cerebros. Pero esto es muy caro y nosotros somos pobres. 


2 . Podemos afirmar entonces, con todo el rigor que nos da la ciencia, que la influencia de los factores contextuales en conductas que, a priori pudieran parecer tener una incidencia puramente biológica (véase consumo de drogas), son centrales de cara a la aparición de consecuencias de tipo sanitario, legal, psicosocial. ¿Esto es correcto?

Bueno, no es que los factores contextuales tengan incidencia de tipo sanitario, legal y psicosocial en sí mismas como podría tenerlo la acción específica de un tóxico, pero sí tiene incidencia sobre las conductas que realizan las personas y esas conductas llevar acarreadas más o menos riesgos sociosanitarios. En el caso que nos ocupa, por ejemplo, la ley que sitúa a la cocaína en una lista de drogas fiscalizadas no tiene por sí mismo ningún efecto sobre la salud de nadie. Lo que tiene efecto es todo lo que tiene que hacer el usuario para conseguirla: desde infiltrarse en lugares donde reina la delincuencia y el crimen hasta tomar algo cuya dosis precisa y composición se desconoce, con todas las consecuencias que ello puede tener para la salud y la seguridad de uno. Lo peor es que un ordenamiento jurídico concreto no solo tiene efecto sobre el usuario, también, y generalmente, en mayor magnitud, sobre el no usuario. 

Por seguir con el ejemplo de la cocaína, su ordenamiento jurídico no solo afecta a la salud del usuario, como digo, afecta, incluso en mayor medida, a una cantidad incontable de no usuarios. Se podrían poner múltiples ejemplos: las condiciones de vida de comunidades indígenas que nada tienen que ver con el usuario porque pueden estar siendo acosadas por grupos de narcos, o haber sido desplazadas debido a la fumigación por parte de aquellos que luchan matando a muchos para que unos cuantos no tomen algo que desean, o a sistemas políticos enteros debido a debilitamientos democráticos por corrupción judicial, policial y administrativa. Sí, efectivamente los factores contextuales inciden sobre la salud de muchas personas, no solo de aquellos a quienes se pretende proteger. Lo surrealista del asunto es que haya tantas víctimas indirectas derivadas de las regulaciones al uso del comercio de las drogas. No olvidemos que ya existe una regulación del comercio de las drogas. Lo asombroso es que los gobiernos hayan decidido dejar esa regulación en manos del crimen organizado. Esto es una auténtica irresponsabilidad y denota un desprecio absoluto por el ciudadano ya que esta decisión lleva implícita el causar más daños colaterales que los que causan las drogas en sí a quienes las usan.
Volviendo a nuestro estudio, lo que encontramos es que la ayahuasca no tenía impacto sobre los indicadores clásicos de adicción o abuso de drogas, pero es que es evidente que esos indicadores son en buena medida reflejo de la situación jurídica de las drogas. Aquí hay pues dos cosas: por una, parece evidente que la ayahuasca no afecta negativamente a la salud de nuestros sujetos y, por otra, el contexto en el que se consume, que además parece proteger de problemas añadidos como es del consumo de alcohol o de otras drogas. En nuestras muestras los grupos de ayahuasca consumían menos alcohol y drogas que los no usuarios. Sería interesante repetir estas pruebas en sociedades en las que el uso de ayahuasca está perseguido por la ley y ver si se replican los resultados. Apostaría a que algunas medidas de psicopatología, como paranoia u obsesión, serían más altas en estos  últimos lugares y quizás algunos científicos se aventarían a concluir que es porque la ayahuasca produce paranoia e ideas obsesivas y pocos contemplarían la alternativa de que es perfectamente comprensible que personas que desarrollan prácticas perseguidas tengan niveles más altos de paranoia y obsesión; por no hablar ya de problemas asociados al consumo clandestino como es alteración de la vida familiar y social, laboral o legal. 

Todos estos son parámetros que se evalúan relacionados con el uso de drogas que suelen achacarse a las consecuencias del consumo pero que tienen lecturas más poliédricas.

3. Observo de tu primera respuesta que tienes un perfecto dominio del catalán. Debe ser porque ya estás más que asentado en Barcelona y en el IMIM. Me pregunto si echas de menos, por un lado, Madrid y, por otro, la UAM, lugar donde comenzó tu carrera de investigador.

Mi dominio del catalán es penoso (ríe). Dependiendo de quién lo hable lo entiendo más o menos y en general me gusta más cantado que hablado. Soy fan de Sisa desde hace años. Me gusta mucho Antonia Font (bueno, estos son mallorquines) y he ido conociendo músicos y grupos nuevos que me encantan (como Bremen o Roger Mas). Si bien buena parte de culpa en esto la tuvo  mi colega el Luva. Pero no hablo res de res (ríe). También me gusta leer literatura en catalán. Ahora estoy leyendo la Plaça del Diamant, un clásico de la literatura costumbrista catalana y un lugar para mi muy cercano porque vivo a 50 metros.

Claro que echo de menos Madrid. Tanto la ciudad como mis amigos. Pero trato de ir lo más posible. En realidad me considero Barceleño, o Madrilonés, tanto monta. Me siento a partes iguales catalán y madrileño. Aquí siempre me han tratado mejor que allí así que solo siento gratitud. De hecho, cuando empecé en la UAM en realidad fue aquí, y más concretamente justo aquí en el IMIM, donde más me ayudaron a empezar. Así que llevo viniendo por temas profesionales aquí desde hace casi 15 años y como no podía ser de otra forma si iba a seguir una carrera científica terminé asentándome aquí. Desde aquí también trabajo en ICEERS, un proyecto nuevo, formado por gente joven con el que vamos a cambiar el mundo (ríe). Respecto a la UAM, si desapareciera del mapa lo máximo que me produciría sería indiferencia.




4. La vida del investigador es, en general, dura. Más aun en un país como España donde desde la administración apenas se valora las enormes aportaciones que los científicos podéis hacer a la sociedad. Tu, amigo Bouso, fuiste el primer psicólogo que puso en marcha en España un estudio para evaluar el potencial de la MDMA como coadyunte en el tratamiento del Trastorno por Estrés post-traumático. Sin embargo, por motivos políticos y, a pesar de que los resultados preliminares eran altamente esperanzadores, el estudio se suspendió. ¿Qué te suscita este recuerdo? 

Uf! Está tan lejano en el tiempo ese recuerdo que creo que fue otra persona la que hizo aquello. Desde luego había que estar un poco "pirao" para meterse en una aventura así. No por la aventura en sí, sino por la falta de apoyos de todo tipo. Fue algo de llanero solitario que terminó partiéndome la crisma. Gracias a ese estudio viajé mucho e hice muchos amigos. Pero también el batacazo me supuso como poco duplicar el tiempo mínimo de doctorarme, con todas las oportunidades de empleo que mientras vas viendo pasar delante de ti. Creo que, de haber salido bien, mi situación ahora sería otra, mucho mejor de la que tengo ahora y mucho mejor aún de la que me espera. Y, mientras, se habría avanzado bastante en el conocimiento del tratamiento del Trastorno de Estrés Postraumático. Hoy en EE.UU. se está tratando a ex-combatientes de Irak con MDMA. 

Después de todo tan "pirao" no debía estar. Pero cuando se arriesga tanto se tienen muchas papeletas para perder, y eso es lo que ocurrió. En cualquier caso, el recuerdo, como tal, es bonito. ¡y tan lejano! Científicamente lo hice impecablemente pero me metí en un terreno en el que la política lo termina enmierdando todo. 

Me gustaría cambiar de profesión y dedicarme a la biología marina. Se desconoce absolutamente qué ocurre con un mamífero marino cuando se pone enfermo, bien por causas naturales, bien por el ataque de un depredador. Todos los mamíferos terrestres son capaces de encontrar remedios botánicos en sus ecosistemas. Se desconoce qué ocurre con los mamíferos marinos. Y la pregunta del millón, ¿con qué se droga un delfín o una ballena? el cerebro de algunos mamíferos marinos es más parecido al nuestro en cuanto a complejidad que el de del chimpacé o el bonobo, nuestros primos primates terrestres cerebral y genéticamente más emparentados. La razón es que su complejidad social es parecida a la nuestra, solo que viven debajo del agua y nosotros encima. En el pasado se hicieron experimentos en los que se dio LSD a delfines, pero eso no me interesa. Me interesa más qué recursos botánicos utilizan, si es que lo hacen. Este es el tema central de ICEERS también, la etnobotánica. De alguna forma esto sería etnobotánica también (ríe).

5. Entonces, ciencia y política van de la mano. ¿Qué repercusiones tiene esta asociación? ¿Qué le dirías tu, como experto en drogas y cerebro, a un legislador que tiene potestad para mantener la prohibición del uso de algunas sustancias psicoactivas? 

La ciencia es el arte de despolitizar la realidad y la política es la artimaña de falsearla. Esta es la verdadera relación entre ciencia y política. Los científicos no necesitamos a los políticos, son un estorbo y un freno constante. Nosotros ya sabemos organizarnos solitos constituyendo garantías para que no se produzcan abusos mediante los comités de ética y otros mecanismos. El único papel que debería desempeñar un político con relación a la ciencia es el de garantizar recursos y medios para poder investigar. Pero esto la clase política española, que ha sido tradicionalmente y sigue siendo hoy día la clase política más analfabeta de Europa, no consigue entenderlo.


Respecto a qué le diría a un legislador, bueno, creo que se necesita un giro en la toma de decisiones político-judiciales. Debería desaparecer de una vez por todas la ideología de las políticas sociosanitarias e instaurarse una especie de políticas basadas en la evidencia. En este sentido, con relación al tema drogas al legislador le diría: contraste usted los daños que pretende evitar con sus políticas con los daños que genera, contraste las evidencias de éxito que consigue y explíqueselo a la opinión pública. Pero no, son unos cobardes. O más bien unos vagos. Están todos muertos de miedo por si políticas eventualmente impopulares pueden hacerles perder votos. Pero eso no es cierto. Como digo, es un problema de vaguería porque si a la ciudadanía se le explican las cosas las entiende. La clase política española ha demostrado que no les interesa el bienestar de la ciudadanía sino el crecimiento endogámico de su clase que ha terminado fagocitando los recursos de todo el pueblo dejando a millones de personas en la ruina mientras ellos disfrutan de unos privilegios nunca antes vistos. Han pasado de servir al pueblo para servirse del pueblo. Y esto el pueblo lo sabe, de hecho, los políticos en general, los partidos políticos y la política se sitúan, después del paro y de los problemas de índole económica, en el tercer puesto de los principales problemas percibidos por la población española, según el C.I.S . ¿No es espeluznate que se haya perdido la confianza en quiénes se ha depositado mediante el voto democrático? ¿qué te parece si hablamos un poco de ciencia? (ríe) .


                                         Iboga. Imagen obtenida de Google.

6. Sí, mejor sigamos con una última pregunta respecto a ciencia. ¿Puedes explicar a los lectores de este blog en qué andas liado ahora que ya has presentado la tesis?


Bueno, respecto a mi trabajo en el IMIM (Institut Hospital del Mar d'Investigacions Mèdiques), mi contrato incluía una claúsula de confidencialidad, así que no puedo decir gran cosa. Llevo aquí desde julio. Hasta entonces estaba en Sant Pau, en el equipo del Dr. Jordi Riba. De allí seguiremos publicando en breve todo lo que se hizo. 

Se han ido publicando los estudios de farmacología de la ayahuasca tanto tras compararla con d-anfetamina como tras la administración de dosis repetidas, que fue la tesis de mi estimado amigo brasileño Rafael Guimaraes. Tenemos estudios terminados sobre efectos a largo plazo con cannabis, cocaína y ayahuasca en los que, aparte de pruebas neuropsicológicas, hemos hecho neuroimagen en todas las diferentes variables que permite hacer una resonancia magnética. 

Aunque ya no estoy en Sant Pau, es posible que continúe colaborando con Jordi en estudios inminentes con alucinógenos botánicos en la línea de los estudios con ayahuasca. Aquí en el IMIM también vamos a desarrollar nuevos estudios de farmacología de diferentes drogas de síntesis que nunca antes se han investigado en humanos, así como en un nuevo tratamiento experimental para la adicción a la cocaína. Pero no puedo decir más.

Por otra parte, compagino mi trabajo en el IMIM con mi actividad en ICEERS (International Center for Ethnobotanical Education, Research and Service). ICEERS es una fundación joven, fundada en 2009, a la que me han dejado subirme para poner mi granito de arena. La misión de ICEERS es tender puentes entre el conocimiento etnobotánico tradicional y la medicina occidental. Estamos centrados principalmente en ayahuasca y en iboga/ibogaína. Hemos organizado ciclos de conferencias auspiciadas por instituciones como el Departament de Salud de la Generalitat de Catalunya y el IDT (Instituto da Droga e da Toxicodependência) de Portugal sobre ibogaína en el tratamiento de las adicciones. Hemos organizado cursos de formación en este campo. Hemos lanzado varias campañas, una de ella con más de cinco mil adhesiones en la que pedimos a la JIFE la descriminalización de plantas de uso tradicional. Hemos investigado matanzas de curanderos en Perú, etc.

También estamos trabajando en proyectos concretos como el inicio de un ensayo clínico en Brasil con ibogaína para el tratamiento de la adicción a la cocaína y nuestra ilusión sería iniciar alguno también en España. En unas semanas lanzaremos la nueva página web (www.iceers.org) y tenemos la ilusión de aportar nuestro granito de arena para conseguir un mundo mejor. Cuando uno trabaja con gente joven que además de ser de inteligencia superior a la media tiene ilusión, empuje y no le teme a nada, subirse a esa corriente de energía le hace a uno tener la sensación de que se van a conseguir muchas cosas importantes para el bienestar social.

7. Para ir finalizando la entrevista, déjame que te haga un pregunta. Tal vez la más seria de todas hasta el momento. Si te dijeran que el mundo se acaba pero que tu vas a sobrevivir a condición de que convivieses con uno de los siguientes personajes, ¿a quién elegirías? José Mourinho, Rosa Díez, Eduardo Hidalgo o Mª Dolores de Cospedal? Sé que te lo pongo difícil.

Bueno, de hecho parece que al mundo le quedan unos pocos días, el 21 era, ¿no? No creo que coja vacaciones antes pero por si no se acabara preferiría en el futuro seguir pasándomelo bien con Eduardo Hidalgo; llevo años sin ver la tele así que las otras 3 personas que mencionas sé que existen pero apenas sé nada de ellas y ya lo dice el refrán, más vale lo bueno conocido... (ríe)



Desde Neuronia te agradecemos que hayas puesto tu grano de arena en este blog, Dr. Bouso.

10 de diciembre de 2012

Activación Conductual. Una alternativa práctica y conceptual.

La depresión se ha convertido en uno de los problemas de salud más prevalentes en contextos occidentales. Tal es así, que la OMS calcula que en unas decenas de años será uno de los principales problema de salud, estimándose que 1 de cada 5 personas llegará a sufrirla a lo largo de su vida¹.

Hasta ahora, buena parte de la intervención realizada en el ámbito clínico - donde muchos de nosotros,psicólogos y psicólogas, trabajamos - se basaba en la Terapia Cognitiva. Una terapia que surgió hacia los años 70 y entre cuyos postulados principales contempla que la acción motora o conducta manifiesta está precedida de un conjunto de pensamientos, creencias y esquemas que causarían dicha conducta. Es decir, para un caso de depresión, las conductas de llanto o inactividad - características, en parte, de este problema psicológico- podrían estar causados por pensamientos irracionales o creencias del tipo "no valgo para nada", "jamás podré superar esto"...etc.

Por supuesto, otra forma de abordaje -en este caso más propia del ámbito médico-psiquiátrico - sería la administración de fármacos antidepresivos, de los cuales hemos hablado largo y tendido en este blog. Ambas terapias han mostrado históricamente un grado similar de eficacia con las diferencias de que los resultados terapéuticos de la terapia cognitiva suelen mantenerse más duraderos en el tiempo, además de no presentar efectos secundarios como sí tendría la terapia farmacológica. 

Sin embargo, ya desde el origen de la terapia cognitiva se observó que uno de los aspectos que más determinaban el avance de los pacientes con esta problemática iba más allá del cambio de pensamientos. Se comprobó cómo el plano conductual, esto es, las acciones y tareas que el paciente realizaba entre sesiones, tenían tanto o más peso en el cambio terapéutico que los aspectos cognitivos. Tal es así que, Albert Ellis, uno de los padres de la psicoterapia cognitiva pasó de denominar su Terapia Racional-Emotiva a Terapia Racional-Emotiva-Conductual.

A partir de los años noventa del pasado siglo y en base a estas consideraciones, ha surgido un nuevo tipo de terapia que enfatiza la importancia de las acciones de la persona para revertir este estado de depresión frente a las intervenciones que se reducen al cambio de pensamientos. Esta nueva terapia, englobada dentro de las llamadas terapias contextuales, ha recibido el nombre de Activación Conductual. Y no sólo ha demostrado una eficacia superior a la terapia farmacológica  sino que, además, mejora con creces la vieja terapia cognitiva (Dimidjian, Hollon, Dodson 2006) .


Fundamentos de la Activación Conductual (Pérez, 2007):

1. El eje central de la terapia son las conductas del cliente dentro del contexto en el que se producen. Es decir, bajo qué circunstancias se producen los sentimientos y conductas que expresa el paciente. Y, sobretodo, que acciones está emitiendo el sujeto que favorecen el mantenimiento de los mismos.

2. La terapia trata de enseñar al cliente a ser activo a pesar de sus estado emocionales. Es decir, a actuar en base a los valores y objetivos del paciente y no bajo el control de estados emocionales negativos.

3. La terapia enseña al cliente a realizar sus propios análisis funcionales, identificando los antecedentes y consecuentes del evento psicológico. 


¿Qué añade, por tanto, la Activación Conductual?

Realmente la AC no añade nada que no se conozca desde hace décadas en el seno de la psicología científica. 

Para empezar, desde este contexto se entiende que la depresión surgiría debido a un cambio paulatino o abrupto en las circunstancias de vida de la persona, lo cual le llevaría a una reducción de sus actividades reforzantes. Esta visión tiene varias implicaciones. Por un lado, recupera la importancia del evento psicológico como forma de conducta, en línea con Ferster o Skinner; también, recuperaría una visión funcional del comportamiento frente a las escuelas que se centran en la forma o morfología del comportamiento; y por último, y derivado de lo anterior, implica dejar a un lado la consideración de la depresión como enfermedad mental. Así mismo, además de enfatizar el aumento de actividades agradables, recupera la importancia de dotar a la persona de habilidades sociales para favorecer el contacto y la relación con otras personas, algo que suele verse mermado en situaciones de este tipo.

No obstante, no se trataría solamente de realizar actividades por ocupar el tiempo o por el mero hecho de realizarlas. Más bien, se trata de que el sujeto compruebe las relaciones entre lo que hace y los efectos esta acción. Es decir, la toma de contacto entre su comportamientos y las consecuencias beneficiosas derivadas de este. Consecuencias, por otro lado, inaccesibles si la persona entra en el estado de paralización y retirada propios de problemas de depresión.

En definitiva, para este tipo de terapia las causas de la depresión habría que buscarlas, no dentro de la mente o el cerebro de la persona, sino en la forma que tiene de interaccionar con el mundo y con sus circunstancias. Interacción que, tal vez, genere desequilibrios bioquímicos pero, desde luego, no sería al revés como postulan los modelos biológicos. 




El papel de los pensamientos en la Activación Conductual:

Para la AC, los pensamientos tienen un lugar importante. Al menos tan importante como cualquier otra conducta. Es decir, a diferencia de la Terapia Cognitiva, desde esta terapia no se considera que el pensamiento sea la causa de los problemas. Al menos no necesariamente. La relación entre el pensamiento y la conducta motora sería variada: unas veces como antecedente, otras veces como algo que se da a continuación de una conducta motora, otras veces se dan simultáneamente como parte del mismo evento psicológico....

Por ello, más que la mera sustitución de pensamientos proponen, en la misma línea que otras terapias contextuales, el cambio en las funciones que puede cumplir un pensamiento o conjunto de pensamientos. Algo que enlaza con el siguiente punto.


La evitación conductual en problemas de depresión:

Generalmente - cada caso es único - la depresión suele aparecer debido a la experimentación progresiva o abrupta de una pérdida: la muerte de un ser querido, la ruptura de pareja, el despido de un trabajo, la pérdida de capacidades físicas o psicológicas....

Estas circunstancias vitales suelen favorecer que la persona empiece a emitir comportamientos típicos de la depresión que son lo que otros modelos denominan "síntomas", como si de una enfermedad al uso (diabetes, tuberculosis, gripe....) se tratase. Estas conductas (la reducción de actividad, la rumia, el llanto o la reducción de actividades sociales...por ejemplo) suelen cumplir una función de escape o evitación de las condiciones vitales presentes que son experimentadas como condiciones aversivas.  

La clave de la evitación conductual reside en que aunque, en el corto plazo, puede suponer un reducido alivio, a medio y largo plazo no hacen sino mantener y prolongar el estado de depresión debido a que el sujeto no terminaría por abordar y afrontar las problemáticas que generaron la depresión y los condicionantes que la están manteniendo.

Por ello, desde la AC se propone actuar a pesar del estado de ánimo negativo. Moverse hacia los objetivos y valores de la persona a pesar de que las emociones negativas sean señal de pararse.

Es decir, primero emprender acciones para que el estado anímico cambie y no esperar a que el estado anímico para iniciar acciones que vayan en la dirección deseada por la persona.


En definitiva, la Activación Conductual recupera las sólidas aportaciones de la psicología científica respecto a los problemas de depresión que se habían perdido, en parte, con la aparición de la Terapia Cognitivo-Conductual, y vuelve a colocar en primer plano la importancia de las relaciones entre el sujeto y el mundo que le rodea. Relaciones cuyo nexo incuestionable es la acción o interacción.

Esto supone enterrar de una vez por todas el concepto de depresión como enfermedad mental y que la Activación Conductual se presente como una potente alternativa a la terapia farmacológica y a otro tipo de terapias no fundamentadas en la evidencia científica.


Referencias:

1. Depresión. Organización Mundial de la Salud: http://www.who.int/topics/depression/es/

2. Dimidjan, S. & Hollon, S.D & Dobson, K.S & Schmalin, K.B & Kohlenberg, R.J & Addis, M.D & Gallop, R. & McGlinchey, J.B & Marley, D.K & Gollan, J.K & Atkins, D.C & Dunner, D.L & Jacobson, N.S. 2006. Randomized trial of behavioral activation, cognitive therapy, and antidepressante medication in the acute treatment of adults with major depression. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16881773

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