23 de octubre de 2011

Acabando con los ISRS.Comenzando con nuevos compuestos.

Como bien aventura el título de la entrada, el objetivo que nos hemos marcado para con esta nueva es, por un lado, cerrar el tema de los ISRS -y otros antidepresivos- intentando resaltar algunos de los puntos que consideramos más relevantes, y por otro, introducir los nuevos compuestos a los que vamos a dedicar un poco de nuestro tiempo no sin olvidar -intentamos concienzudamente no hacerlo - que estamos haciendo una serie de artículos psicofarmacológicos dedicados a gente con conocimientos muy básicos.

Dicho lo dicho, si algo nos gustaría resaltar de todo lo expuesto hasta ahora sería lo siguiente.

1. Como siempre, nos hemos dejado buena parte de la información referente al tema sin publicar. Por ello, nunca está de más ampliar esta información si así el lector lo quisiera.

Información relevante a la que nos referimos tiene que ver, por ejemplo, con la relativa a la inhibición de enzimas hepáticas como consecuencia de la ingesta de antidepresivos ISRS. Estas enzimas son las que metabolizan muchos de estos fármacos, pero a la vez, también muchas de ellas son inhibidas o paralizadas por estos mismos fármacos. Detalle que hay que tener en cuenta de cara a una correcta medicalización. No obstante, esto correspondería conocerlo al profesional de turno. Y si el lector quisiera profundizar sobre ello, que empiece a leer acerca de la familia de la enzima CYP-450.

2. De las entradas anteriores debemos también extraer la importancia que tienen los receptores neuronales en los efectos de los distintos compuestos. Nos referimos tanto a los efectos terapéuticos, como a los efectos indeseados. En este sentido, siempre se ha hablado de fármacos selectivos al hablar de los ISRS. No obstante, aun no se ha conseguido desarrollar un fármaco que actúe selectivamente sobre una serie de receptores concretos evitando otros -los que causarían los efectos desagradables- . En cualquier caso, están habiendo aproximaciones interesantes a las que nos referiremos en un futuro no muy lejano.

3. En relación con esto último, cuando se desarrollaron los primeros ISRS se pensó que eran tremendamente selectivos. Es decir, que jugaban solo con la serotonina. Tiempo después, y como hemos comentado en su momento, se vio que esto no es así. La mayoría de los ISRS además de con la serotonina juegan con otros receptores: noradrenérgicos, dopaminérgicos, colinérgicos....





Hechas las señalizaciones oportunas, ¿a qué nos vamos a enfrentar ahora? Para bien o para mal, de momento el lector no se va a librar de los antidepresivos. El desarrollo de estos fármacos en los últimos años ha sido tan espectacular que aun nos queda hablar, aunque sea de refilón, de nuevos compuestos y nuevos mecanismos de acción.
De esta manera, hemos hablado de los tres grupos de antidepresivos más clásicos: los IMAO, los ATC y los ISRS. ¿Qué nos queda?

1. Inhibidores selectivos de la recaptación de NA: reboxetina es el prototipo.

2. Inhibidores de la recaptación de NA y DA: como bupropión.

3. Inhibidores no selectivos de la recaptación de 5-HT y NA (duales):  como venlafaxina y duloxetina

4. Antagonistas de receptores postsinápticos: trazodona y nefazodona (5-HT2a).

5. Antagonistas receptores presinápticos: mirtazapina y mianserina (alfa-2)


Como siempre, intentaremos aportar información lo más sencilla posible. No obstante, pensamos que si la serie se ha seguido hasta aquí, lo que viene en adelante será bastante fácil de comprender.

Por tanto, seguimos avanzando.

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