30 de diciembre de 2010

Psiconáutica Ketamínica

Introducción.

El clorhidrato de 2-(O-clorofenil)-2-metilamino ciclohexanona ó clorhidrato de Ketamina es un tipo anestésico aunque algo diferente a otros anestésicos convencionales. Está clasificada  como anestésico disociativo por sus propiedades para desconectar el cuerpo de la mente. Es decir, por impedir que el cerebro interprete eficazmente la información sensorial que proviene de los sentidos. De este modo, se podría decir que, debido a ello, queda aislado o separado del cuerpo (Collins,1996).   

Fue sintetizada por primera vez por Calvin Stevens en 1963 con la intención de buscar un producto más seguro y médicamente más útil para la práctica clínica. En este sentido, la Ketamina es menos tóxica que la fenciclidina (PCP) , su acción es más rápida y breve, y sus efectos psicoactivos menos pronunciados . Por estas razones fue elegida como sustituta de la PCP, de entre doscientos derivados más.

La Ketamina, al igual que la fenciclidina, su antecesor, es comercializada por la patente Park-Davis. Sus indicaciones autorizadas son la inducción y el mantenimiento de la anestesia general y el control de la ansiedad ligada a procedimientos quirúrgicos y/o diagnósticos. Está especialmente indicada en pacientes con alto riesgo de depresión de las funciones vitales, como niños o ancianos, y en aquellas que han de someterse a procedimientos repetidos, como el tratamiento de quemaduras y cirugía plástica . No obstante, su uso mayoritario se da en la práctica veterinaria.

 Al igual que en el caso de la PCP, cuando se empezó a ensayar clínicamente con la anestesia producida por la Ketamina, los pacientes relataban “sentirse fuera del cuerpo” cuando los efectos de ésta empezaban a remitir. Corsen y Domino, quienes publicaron los primeros ensayos clínicos con Ketamina, acuñaron el término “fenómeno de emergencia” para referirse a estas experiencias . Se comprobó que alrededor del 25% de los pacientes tratados con Ketamina relataban efectos secundarios tales como ensoñaciones, alucinaciones, e incluso despersonalización al despertar de la anestesia

Estos efectos, englobados dentro de los fenómenos de emergencia, que en la práctica clínica se consideraban experiencias negativas, supuso un punto de atracción para aquellas personas interesadas en navegar por los confines de su mente. Así, el hecho de que se pudieran alcanzar a dosis subanestésicas (en torno al 10-15% de las utilizadas en anestesia quirúrgica) efectos psicodélicos, hizo a esta sustancia de interés psiconáutico.  

Cabría  señalar que la Ketamina, al igual que otras sustancias, no está exenta de riesgos. Un uso continuado de esta sustancia puede desencadenar brotes psicóticos, ataques de pánico, pérdida de memoria, o dificultades para aprender. También habría que incluir entre los riesgos el potencial adictivo, en el plano psicológico, de la sustancia, así como la aparición de tolerancia. La dependencia física aún no está clínicamente contrastada.

Por lo tanto se recomienda tanto al navegante como al usuario recreativo de Special K , tener en cuenta estas posibilidades con el fin de establecer las oportunas medidas de reducción de riesgos y de potenciación de los placeres. Estas consistirían, de manera muy general, en espaciar las tomas de Ketamina el tiempo suficiente, así como considerar los pros y los contras de las distintas vías de administración, tener en cuenta el momento psicológico en que la persona se encuentre, y un control cuidadoso de la dosis según qué objetivos se quieran alcanzar.

                                                     Imagen tomada de The Vaults of Erowid

Farmacología Ketamínica

Tras la administración de Ketamina, ésta llega a los receptores del glutamato-principal neurotransmisor implicado- donde se acopla y ejerce una acción antagonista. No obstante, cabe señalar que  la Ketamina afecta asimismo a neurotransmisores de tipo opiáceo, dopamina, serotonina (receptor 5HT2a agonista), noradrenalina, óxido nítrico, sigma, GABA (ácido gamma amino-butírico, un mensajero inhibitorio), los sistemas de la acetilcolina y endocrino (Jansen, 2003). 

Cuando el glutamato cruza el espacio interneural o sináptico, llega a sus receptores afines conocidos como NMDA (N-metil-D-asparato), pero no puede enviar sus señales porque la Ketamina se encuentra acoplada a los receptores PCP impidiendo que puedan enviarse estos impulsos. No obstante, cabe señalar que a dosis subanestésicas, no todos los receptores NMDA quedan bloqueados por la acción de la Ketamina, pudiendo su acción liberar algunos de estos receptores .

El glutamato tiene un papel importante en zonas del cerebro que regulan la memoria, la emoción, el lenguaje y la capacidad de aprender de la experiencia. Así mismo, los receptores NMDA tienen funciones tales como la coordinación e integración de las funciones corporales y la mente consciente .Esto quiere decir que cuando la Ketamina bloquea estos canales en los que debería acoplarse el glutamato, queda alterada la coordinación mente-cuerpo así como la entrada de información sensorial, que se ve drásticamente reducida siendo reemplazada por información producida en las profundidades de la psique.

En situaciones extremas, como un traumatismo craneoencefálico o falta de oxígeno prolongada, se liberan cantidades excesivas de glutamato el cual posee la propiedad de sobreexcitar  a las neuronas pudiéndose llegar a producir muerte neuronal. Existen algunas evidencias que muestran que en estos casos la administración de Ketamina ha favorecido que personas, en situaciones de este tipo, reviertan estas dificultades pudiendo evitar esa muerte neuronal. Esto se explicaría por el hecho de que la Ketamina ocupa los lugares que tendría que ocupar el glutamato, previniendo así la muerte de la neurona, es decir, neuroprotegiendo el cerebro (Bouso, 2003).

Además, varios estudios han mostrado que la alteración de los receptores NMDA podría estar relacionada con la aparición de algunos trastornos mentales como la esquizofrenia y la psicosis. De la misma forma que la alteración de los receptores NMDA por consumo frecuente de Ketamina, podría conllevar la alteración de la memoria y la pérdida de plasticidad cerebral. Éstos últimos problemas se han comprobado en experimentos con animales que, aunque no son del todo extrapolables al caso humano, el usuario de Ketamina debiera  tener presente para evitar los posibles riesgos y problemas derivados del uso de ésta sustancia.

Para finalizar este apartado, cabría tener en cuenta cuáles son aquellas dosis de Ketamina que facilitan su psiconáutica. Como en esta entrada solo nos vamos a ocupar del viaje ketamínico en todo su esplendor, las dosis aparecidas a continuación se refieren a dosis medias y altas . Por tanto, el usuario recreativo de Ketamina deberá bajar tremendamente estas dosis.


Según el portal Erowid (www.erowid.org) y una adaptación realizada por Eduardo Hidalgo (ver bibliografía) estas dosis serían: 

-Dosificación nasal-

Fuerte: 60-125 mg. aproximadamente. Entre 1-1,5 mg./Kg
Psiconáutica: 100-250 mg. aproximadamente. 2 mg/Kg.

   -Dosificación intramuscular-

   Fuerte: 40-100 mg. Aproximadamente 1 mg./Kg.
   Psiconáutica: 60-125 mg. Aproximadamente 1,50 mg/Kg.
 
    -Dosificación oral y rectal-

   Fuerte: 200-450 mg. aproximadamente. 3-5 mg./Kg.
   Anestesia: 500 mg. o superior. 6-10mg./Kg

Cada una de las vías presenta unas características diferentes en cuanto a efectos y duración de los mismos. Por tanto, es más que recomendable que el lector se informe de cuáles son estas características para cada una de ellas.

Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM)

La ECM consiste en la desconexión total del mundo externo, del propio cuerpo y de los bancos de memoria. De esta forma, quien la experimenta se siente una especie de ente que vaga en un mundo hasta ahora desconocido, sin saber quién es o ha sido, dónde y por qué está ahí.

Una ECM puede experimentarse a través de muchas formas: un paro cardíaco, falta de oxígeno en el cerebro, un traumatismo craneoencefálico, y por su puesto, una dosis subanestésica alta de Ketamina, que es el caso que nos viene ocupando.

Estas dosis altas producirán la desconexión cuerpo-mente, llegando el consumidor a tener la sensación de que abandona su propio cuerpo y pudiéndolo ver desde otra esfera. Es como si el concepto de alma, tan utilizado a través de los siglos por algunas religiones o algunos filósofos, pudiera contemplarse o experimentarse tal cual. No obstante, como veremos, la ciencia busca explicaciones más plausibles basadas, cómo no, en la actividad que acontece en nuestro cerebro.

Algunos de los aspectos más importantes de la fenomenología de las ECM´s, consisten en: flotar sobre el propio cuerpo; atravesar un túnel en el que se encuentran seres extraños, figuras, personas conocidas que ya no están vivas; visualización de una radiante luz blanca al final del túnel; visualización de la “película” de la propia vida; sentimientos de una tremenda paz interior; convicción de que uno está muerto; aparente comunicación con Dios; euforia; incapacidad de sentir dolor; claridad de pensamiento y visiones de paisajes, gente y figuras místicas y religiosas .

Estas son algunas de las vivencias que el navegante puede encontrarse. No obstante, la ECM puede llegar a ser tan desbordante que el usuario se enrede dentro de una espiral de malas emociones, angustia etc. Es decir, tenga un “mal viaje”.

Todo este Estado Alterado de Conciencia, o como algunos autores han preferido denominarlo, Estado Mínimo de Conciencia, tiene una buena parte de su base en la desconexión de los bancos de memoria cerebrales. El glutamato, neurotransmisor cerebral al que antes nos referíamos, se encarga de almacenar recuerdos a través de conexiones permanentes entre neuronas. La consciencia, por otro lado, podría entenderse, según algunos autores, como la imagen del yo consciente en interactuación emocional con su medio.  Pero esta interactuación no tiene por qué producirse de forma real, es decir, basta con que el sujeto cree una imagen en su cerebro del propio yo a partir de los recuerdos .

Pues bien, el bloqueo del neurotransmisor es tan grande que el sujeto no puede saber quién era, ni que sentía ni percibía antes de la administración de Ketamina, es decir, no puede acceder a su memoria, a la memoria sobre sí mismo. Es por ello que se es incapaz de recordar un objeto anteriormente visto o incapaz también de saber qué es un sentimiento o emoción. A partir de aquí se produce la disociación del cuerpo a razón de la incapacidad de recordar qué es la propiocepción ó percepción del propio cuerpo.

Todas estas incapacidades solo permiten a esa conciencia alterada o reducida, crear un pequeño mundo, en el que no existe otra cosa que el momento presente. Por ello, esa sensación de vacío, de que no existe nada, se relaciona con el fin del camino, con el punto y final eterno (Hipólito, 2003) .

                                                        Alex Grey



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