21 de octubre de 2011

Desentrañando al ISRS

En la entrada anterior, comentábamos a modo de introducción qué es un fármaco ISRS, cuáles son sus mecanismos de acción así como cuáles eran los antidepresivos ISRS comercializados hasta el momento.

En la presente, nos gustaría rizar un poco más el rizo moviéndonos en torno tanto a los efectos terapéuticos de estos compuestos como a sus efectos no deseados, que como en muchas otras sustancias psicoactivas, en estas también están presentes.

A estas alturas de la serie, el lector debería tener meridianamente claro que los efectos de las sustancias y fármacos psicoactivos se deben a la acción de estos sobre un abanico de elementos: desde su acción sobre los propios neurotransmisores hasta por su acción sobre los receptores, enzimas etc. Y ya adelantamos desde aquí que en esta entrada van a tener una importancia notable los receptores sobre los que actúan este tipo de fármacos.

Comenzamos:

A priori, podemos tener la creencia de que lo más terapéutico, los mejores efectos subjetivos que se pueden obtener con el uso de estos fármacos, se deben a que cuanto más serotonina haya disponible en cuanto más lugares,  mejor. Error. Es mejor ir olvidándonos de esta suposición.

De forma general y a partir de este momento, tendremos que tener presente que los efectos terapéuticos se deben a la acción de la serotonina en algunas vías de la misma forma que los efectos indeseados se deben a la acción de la serotonina en otras vías.

El problema es que cuando se toma un ISRS su acción se despliega por todo el cerebro y no sólo en las vías deseables, mediadoras únicamente de los efectos terapéuticos. De hecho, este es el sueño de cualquier psicofarmacólogo: conseguir tal grado de especificidad que puedan activarse los receptores adecuados en las vías adecuadas para obtener efectos deseados y específicos.

Pero vayamos por partes.

Las indicaciones terapéuticas de los ISRS se relacionan con diferentes problemáticas: depresión, trastorno de pánico, ansiedad, Trastorno Obsesivo-Compulsivo, Bulimia nerviosa ó fobia social. Lo cierto es que hay un fármaco ISRS de elección para cada problema en particular. 

Antes de continuar, el lector ha de saber que algunos de los efectos secundarios más frecuentes de los ISRS abarcan desde dolores de cabeza hasta problemas de tipo sexual, como bajada del deseo o problemas de eyaculación. Por ejemplo, obsérvense los efectos secundarios asociados a la Paroxetina .

Lejos de pretender crear demasiada alarma lo único que pretendemos es describir algunos de los efectos secundarios que experimentan algunas personas y que suelen aparecer, sobretodo, al inicio del tratamiento como resultado de las adaptaciones que realizan nuestras neuronas.

Dicho lo dicho, repetimos: los efectos terapéuticos de estos fármacos se deben a su acción en zonas deseables, mientras que los efectos desagradables son producidos por la activación de ciertos receptores serotoninérgicos en zonas no deseables y que son inevitables puesto que el aumento de serotonina se produce en todas y cada una de las vías serotoninérgicas.




Antes de continuar, observemos la fotografía. En en ella se muestran las distintas rutas o vías serotoninérgicas que, como aparece en la imagen, abarcan desde el troncoencéfalo hasta distintas partes corticales (Lóbulo Frontal, Parietal, Occipital...) y subcorticales, como el Hipotálamo.

Los datos apuntan a que los efectos terapéuticos se deben a la acción del ISRS sobre la vía serotoninérgica que va desde los Núcleos del Rafe - en el troncoencéfalo - a la corteza frontal (ver imagen). De la misma forma, pudiera ser que los efectos de estos fármacos en cuanto a sus beneficios sobre distintos problemas relacionados con la conducta alimentaria (bulimia, voracidad...), tuvieran que ver con su acción sobre la vía que va desde los Núcleos del Rafe hasta el Hipotálamo - centro del apetito - .

Respecto a los efectos secundarios, tenemos que echar una mirada no sólo a las vías serotoninérgicas sino a los distintos tipos de receptores con los que cuenta la serotonina. A modo de resumen, comentar que la serotonina tiene 7 receptores: 5-HT1, 5-HT2, 5-HT3, 5-HT4, 5-HT5, 5-HT6 Y 5-HT7. Algunos de estos tienen otros subreceptores, pero no vamos a entrar aquí. Para más información pincha aquí.

Para el caso que nos ocupa, debemos prestar especial atención a los receptores 5-HT3, 5-HT4 y a los subreceptores 5-HT2c Y 5-HT2a . Vamos allá:

1. La estimulación de los subreceptores 2a y 2c en las proyecciones que van desde los Núcleos del Rafe hasta el S.Límbico (justo en la parte central del cerebro), sería la responsable de efectos tales como la agitación o la ansiedad que algunos pacientes sienten al iniciar el tratamiento con estos fármacos.

2. La estimulación de los subreceptores 2a en los Ganglios Basales puede producir cambios en el movimiento debido a que el agonismo de estos receptores produce la inhibición dopaminérgica en esa zona; neurotransmisor íntimamente ligado al movimiento en esta región.

3. La estimulación de los subreceptores 2a en el troncoencéfalo pudiera producir ciertos espasmos musculares - mioclononos - así como despertares nocturnos.

4. La estimulación de los subreceptores 2a en la médula espinal sería la responsable tanto de la inhibición del orgasmo, la eyaculación y la bajada de la líbido que experimentan algunos pacientes.

5. La estimulación de los receptores 5-HT3 tanto en el troncoencéfalo como en el Hipotálamo, puede inducir náuseas o vómitos, así como diarrea o molestias gastrointestinales junto con la estimulación de los receptores 5-HT4.

Todo esto, son potenciales efectos secundarios de los ISRS, lo cual quiere decir que ni aparecen todos, ni aparecen siempre, ni todas las personas que comienzan tratamiento con estos fármacos los experimentan. Queremos hacer especial hincapié en esto porque el objetivo de la entrada era describir los posibles efectos secundarios así como explicarlos. Lejos de nuestro estilo están aquéllas estrategias que tratan de elevar el valor y la presencia de estos efectos desagradables como medida disuasoria.

Esperamos haberlo conseguido.


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